un gimnasio muy placentero
A ver, vosotros que habéis ido al gimnasio tanto o más que yo, ¡no me digáis que nunca os habéis encontrado con una tía en tetas en medio de la sala de pesas!. Pues al parecer eso es de lo más normal en este gimnasio de barrio. Los monitores deben ponerse las pilas si tienen que follarse a cada una de estas zorras cada vez que les entre el calentón.